Por Christopher Estrada
“México es un país megadiverso”, una típica frase que escucharás siempre de un biólogo. Pero, si es tan diverso, refiriéndonos a polinizadores ¿por qué el polinizador más famoso es una especie invasora?
Sí, estoy hablando de la abeja melífera o europea (Apis mellifera aquí entre nos). Ya sabes, la típica abeja amarilla con rayas negras de la que hasta Dreamworks ha hecho una película. Y bueno, si no es el único polinizador que existe en México, que es tan megadiverso, ¿por qué es tan conocida?
Esto tiene varias explicaciones. La principal es que son de las mayores productoras de miel de entre todas las demás abejas que producen miel. Esto principalmente se debe a que en sus colonias pueden encontrarse desde 15,000 hasta 80,000 individuos. Entre más bocas haya que alimentar más miel se tendrá que recolectar. Del género Apis, se han descrito alrededor 11 especies, sin embargo, estas son nativas de diferentes regiones asiáticas, y después de la introducción de la abeja melífera su distribución se ha restringido aún más. Otra de las explicaciones es que, al requerir de tanta miel, necesitan recolectar suficiente néctar y polen para abastecer sus colmenas. Debido a esto, los agricultores utilizan decenas de miles de colonias para que estas polinicen sus cultivos. De aquí la gran importancia de esta especie para la industria alimenticia.
¿Y qué ocurre con las abejas nativas?
Cuando las abejas melíferas forman colonias de vida libre y no gestionadas por apicultores, compiten por los recursos de la zona con las especies nativas. Al ser más eficientes, obtienen más recursos que las otras y por la tanto las desplazan. Es parecido a cuando hubo compras de pánico, llegas al súper y te encuentras con que ya casi se acabó todo, hasta el papel higiénico. Los recursos por los que compiten abejas europeas y nativas no sólo son el néctar y el polen, también se debe considerar el espacio donde construirán su colmena.
Otro punto importante, es que cuando estas especies de polinizadores que no son de la región dominan sobre un ecosistema, pueden cambiar los patrones de distribución de especies vegetales. Esto se refiere a que hay plantas que se ven beneficiadas por las especies invasoras al ser estas más eficientes que las especies nativas y muchas veces ocurre que las plantas beneficiadas también son exóticas.
Otra de las problemáticas es la transmisión de enfermedades. Existen más de 20 enfermedades que afectan a las abejas. Los causantes pueden ser artrópodos (ácaros y escarabajos) hongos, bacterias y virus. Uno de las principales enfermedades y más famosa recientemente es la varroosis provocada por el ácaro Varroa destructor. Estas enfermedades afectan la productividad, la longevidad y resistencia de los miembros de la colmena.
¿Existen especies de abejas nativas en México?
En nuestro país se han registrado alrededor de 1,800 especies y subespecies de abejas. Sin embargo, no todas ellas producen miel. Menos del 3% de las especies son eusociales, es decir, que viven en grupos, tienen una estructura de castas, se dividen las labores de construcción, crianza, defensa y recolección de recursos. Las más apreciadas y con gran valor cultural, aunque un poco desconocidas para la mayoría de las personas, son las especies de la Tribu Meliponini las abejas sin aguijón de México.
¿Abejas sin aguijón?
En México se han descrito 49 especies de este grupo. Generalmente se caracterizan por tener un tamaño menor al de las abejas europeas, sus colonias son más pequeñas y las alas tienen menos venaciones. Sin embargo, y como dice su nombre común, estas abejas carecen de aguijón. Aunque, siendo más estrictos, sí poseen uno, o al menos vestigios de este. No es muy bien sabido a qué se deba que no tengan aguijón. Existen varias hipótesis, la principal es que, al tener un tamaño tan reducido, han desarrollado otras estrategias de defensa. Una de estas estrategias es su mordedura, ya que algunas de estas especies muerden tan fuerte que su cabeza puede desprenderse del cuerpo y quedarse adherida al invasor.
Estas especies se distribuyen en 14 géneros, y las podemos encontrar en casi todo el país, unas más restringidas a ciertos lugares que otras. Por ejemplo, las especies Cephalotrigona eburneiventer, C. oaxacana, Lestrimelitta chamelensis, Melipona colimana, M. fasciata, M. lupitae, Partamona orizabaensis, Plebeia cora, P. fulvopilosa, P. manantlensis, Scaptotrigona hellwegeri y Trigonisca azteca son endémicas de nuestro país, lo que significa que se distribuyen de manera natural en una región específica.
Existen registros del cultivo de abejas meliponas (meliponicultura) en el Códice Tro-cortesiano, en los transcritos del Chilim Balam y el Ritual de los Bacabes. En el códice se encuentran imágenes de la morfología de abejas del género Melipona, así como de los jobones, los cuales son troncos huecos donde habitan las abejas (que aún hoy en día se utilizan para su cultivo). En los otros dos textos, se relata sobre el uso de la miel para recobrar la “fortaleza del espíritu”, así como para curar síntomas de diferentes afecciones corporales.
Actualmente, los meliponinos siguen siendo cultivados en nuestro país, especialmente en los estados sureños y de la península de Yucatán, y aún para muchos meliponicultores las abejas sin agujón son sagradas.
Las principales especies productoras de miel en México son: Melipona beecheii, M. fasciata, Nannotrigona perilampoides, Plebeia frontalis (además de que produce muy buen propóleo), P. fulvopilosa, Scaptotrigona hellwegeri, S. mexicana, S. pectoralis y Tetragonisca angustula.
No obstante, no todos los meliponinos de México producen miel. Existen dos especies del género Lestrimelitta que se dedican a asaltar otras colmenas (ya sea de abejas sin aguijón o de melíferas). Si logran atravesar las defensas de la colmena asaltada, a veces sin mucha resistencia, proceden a robar la miel y el polen recolectados por sus víctimas e incluso llegan a apropiarse del nido. A esta conducta se le conoce como “cleptobiosis”.
Cabe decir que estas abejas producen a partir de sus glándulas mandibulares una sustancia llamada citral, lo que le da un aroma similar al limón y debido a eso su nombre común es “limoncillo”. Aún se desconoce la función del citral, sin embargo, hay meliponinos cuyo comportamiento se ve alterado al detectar su olor y pueden presentar una defensa agresiva contra los limoncillos o se retiran de su nido.
Finalmente, recordemos que las especies nativas de abejas benefician especies florales nativas de nuestro país, algunas de ellas son de importancia económica como el aguacate, el jitomate y el achiote.